martes, 30 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Fiar tan largo.

No, no me hable usted de un plazo tan largo, no me hable usted de cómo será el mundo de nuestros nietos, ya estoy harto “No me lo fíe tan largo”. Si no es esto, algo parecido nos quiere decir Delibes en “La Primavera de Praga”. La gente de la calle está cansada de esperar.

Fiar tan largo: Vender (algo) o proporcionar (un servicio) sin cobrar en el momento.

Lo que acabo de transcribir lo he encontrado en el Diccionario de Expresiones Populares en la Narrativa de Miguel Delibes página 107.

Si yo no hubiera tenido la referencia de “No me lo fíe usted tan largo” que usaban mis abuelos, y que nada tenía que ver con comprar o vender a plazos, no me habría llamado la atención el sentido que le dan en el diccionario.

La frase “no me lo fíe usted tan largo” que aprendí en mi pueblo hacía, y hace, referencia al tiempo que se fija para llegar al fin perseguido o pronosticado: Dentro de veinte años España será una ruina, y el pesimista ante nuestro futuro diría: “No me lo fíe usted tan largo”, que viene a decir que nuestra ruina está muy próxima.

Si por el contrario fuera un optimista ante un pronóstico sobre el futuro del mismo país tendría esta otra reacción: España tardará dos años en superar la crisis. El optimista que ve el futuro muy despejado diría: “No me lo fíe usted tan largo” que es lo mismo que decir, no sea usted tan pesimista.

Después hay otras acepciones referidas a comprar o vender a plazos pero ahora hablamos en la narrativa de Delibes, cuando compremos o vendamos ya hablaremos de los plazos más o menos largos. ¿No les Parece?

2 comentarios:

  1. Nada que ver con ventas, ni compras, Gaude. La expresión puede ser un eco de una frase del Burlador de Sevilla cuando le sugieren que debe arrepentirse de sus pecados porque,de lo contrario, se condenará, y él responde ¡Cuán largo me lo fiaís! La frase también la dice el Tenorio de Zorrilla, lo que contribuyó a su popularización. Me parece rarísimo que el "experto", dado su fino olfato para interpretar las locuciones, no se haya dado cuenta. En fin, en fin....

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  2. Que el autor de estos desaguisados lee mis humildes críticas, a estas alturas ya no tengo ninguna duda. Entonces desde aquí y ahora, le digo una vez más: Dígame usted que no tengo razón, pero si la tengo, usted debe rectificar hoy, porque mañana ya sería tarde..

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