martes, 30 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Fiar tan largo.

No, no me hable usted de un plazo tan largo, no me hable usted de cómo será el mundo de nuestros nietos, ya estoy harto “No me lo fíe tan largo”. Si no es esto, algo parecido nos quiere decir Delibes en “La Primavera de Praga”. La gente de la calle está cansada de esperar.

Fiar tan largo: Vender (algo) o proporcionar (un servicio) sin cobrar en el momento.

Lo que acabo de transcribir lo he encontrado en el Diccionario de Expresiones Populares en la Narrativa de Miguel Delibes página 107.

Si yo no hubiera tenido la referencia de “No me lo fíe usted tan largo” que usaban mis abuelos, y que nada tenía que ver con comprar o vender a plazos, no me habría llamado la atención el sentido que le dan en el diccionario.

La frase “no me lo fíe usted tan largo” que aprendí en mi pueblo hacía, y hace, referencia al tiempo que se fija para llegar al fin perseguido o pronosticado: Dentro de veinte años España será una ruina, y el pesimista ante nuestro futuro diría: “No me lo fíe usted tan largo”, que viene a decir que nuestra ruina está muy próxima.

Si por el contrario fuera un optimista ante un pronóstico sobre el futuro del mismo país tendría esta otra reacción: España tardará dos años en superar la crisis. El optimista que ve el futuro muy despejado diría: “No me lo fíe usted tan largo” que es lo mismo que decir, no sea usted tan pesimista.

Después hay otras acepciones referidas a comprar o vender a plazos pero ahora hablamos en la narrativa de Delibes, cuando compremos o vendamos ya hablaremos de los plazos más o menos largos. ¿No les Parece?

lunes, 29 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Ser todo uno

Ser todo uno: Ocurrir una vez.

Página 182 del Diccionario de Expresiones Populares en la Narrativa de Miguel Delibes.

A ver: ¿A quién no le ha ocurrido alguna vez que al ponerse a escribir, en ese mismo instante, se le acabó la tinta del bolígrafo? ¿A nadie le ha ocurrido alguna vez que fue salir de casa y, en ese mismo instante, se puso a llover? ¿Alguien, alguna vez, no plantó los tomates y se puso el tiempo de hielo? ¿A quién no le ha ocurrido que fijó fecha para la matanza porque el tiempo estaba de hielo y fue justo matar al gocho y se puso a llover?... yo creo que la lista sería interminable. Pues eso mismo es lo que dice Delibes que ocurrió: subir a lo de Miranda y desatarse el frío fue todo uno. Pero… ¿Por qué fue todo uno? porque fue llegar allí y empezar a hacer frío, y lo que Delibes dice en “Diario de un Cazador” es lo que se dice en estos casos, lamentándose de la mala suerte que tuvieron porque fue subir y desatarse el frío sin esperar a más.

Ahora vienen y nos dicen que esto sólo ocurre una vez. Verá usted: esto puede ocurrir una, dos, tres, siete o setenta veces siete. Pero también puede ser que no le ocurra a usted nunca, así de suertudo es usted. ¡Y luego me dicen que les preocupa que yo discrepe de las explicaciones del “experto”! ¿No cree usted que encontrar una palabra del “experto” y encontrar un error es todo uno? A mí me preocupa la baja audiencia que tiene el experto. De lo contrario seríamos más sus discrepantes. Bueno, o seríamos más los equivocados. Si les digo mi verdad, ver la palabra comentada por el “experto” y ponerme en guardia es todo uno.

Yo creo que hay quien piensa: ¡Qué poco importantes son los otros! Con cualquier explicación vale, no se enteran…

domingo, 28 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Una barriga colgada:

Página 198 del Diccionario de Expresiones populares en la Narrativa de Miguel Delibes.

Una barriga colgada: dejar embarazada a una mujer.

Leer, leer, leer… qué menos se puede pedir que leer. Lo primero para comprender y, sobre todo, para transmitir el mensaje de lo leído.

En “Viejas Historias de Castilla la vieja” (A la sombra de los enamorados) página 393 de la Obra completa de Miguel Delibes Tomo 2), “Isidoro” nos cuenta cómo su tía Marcelina comentaba, con orgullo, que en su pueblo era tal la hombría de sus jóvenes que a sus noventa y dos años de vida no conoció uno que, a sabiendas, dejara una barriga colgada. Pocos pueblos, creo yo, podrán competir con esa estadística.

A la vista de lo leído Delibes nos está diciendo que una barriga colgada es algo más que dejar a una mujer embarazada, nos dice que la barriga colgada queda después de que el mozo se entera del embarazo se retira y deja la futura madre abandonada sin afrontar su responsabilidad.

Por otra parte: ¿quién no ha oído que dejarle a uno colgado es dejarle abandonado cuando más necesita de auxilio?

Tengo que lamentar, debo lamentar y quiero lamentar, que la obra de Delibes no merezca un trato acorde con su categoría. Diccionarios, Cátedra, fundación Instituto Castellano y Leonés de la lengua… ¿ninguno lo lee con atención? A las pruebas me remito.

sábado, 27 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Estar de mal año.

Admiraba la Desi una fotografía y comentaba al viejo Eloy lo guapo que le habían sacado. El viejo Eloy en un alarde de vanidad añade: "este que está a mi lado es el señor alcalde" "¿este fuerte que chupa el puro?" "Ése".

"Soltó una risotada la Desi y se palmeó el muslo".

"No dirá que está de mal año".

La Desi nos da a entender que el alcalde come bien, por lo menos come mucho, lo cual era raro allá en el pueblo de la Desi en los años que la cosecha no había sido óptima.

Hubo un tiempo en que la salud aparente se medía por el volumen de grasa acumulada bajo la piel más que por el tono muscular. Esto es fácil de entender si nos situamos en el tiempo en el que el hambre se paseaba por las calles del pueblo y muy a menudo se metía en las casas por las rendijas de las puertas desajustadas.

De ahí nació la exclamación: ¡qué lucido está! "¡No dirá que está de mal año!" Era una exclamación lógica, si tenemos en cuenta que en los años en que la cosecha era mala el año era considerado como malo y, por tanto, se comía menos.

En el Diccionario de Expresiones Populares en la Narrativa de Miguel Delibes”, página 103 encontramos:

Estar de mal año: Locución adverbial: No tener salud, no tener suerte.

Si no estuviéramos hablando de “La Hoja Roja” de Delibes, no habría nada que comentar; pero hablamos de las palabras de la Desi, y la Desi es de pueblo y en el pueblo lo que quiere decir estar de buen o mal año es lo que más arriba hemos comentado que, como queda claro, poco o nada tiene que ver con la salud o la suerte sino con el aspecto físico medido en kilogramos/persona.

O sea que lo que queremos decir es que en el pueblo estar de buen o mal año dependía de los kilos de grasa acumulada en el cuerpo, tejido adiposo que se acumulaba si el año había sido bueno. Por eso la Desi dice del alcalde

“NO DIRÁ QUE ESTÁ DE MAL AÑO”.

viernes, 26 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Paramera.

A mí me gusta saber, y cuando no entiendo una cosa voy y la pregunto. Ahora no es que no sepa, es que creo que he entendido mal a Delibes al leer “Las Ratas” y donde creí que decía páramo extenso (paramera), pues parece que se refería, según los expertos, al conjunto de páramos, que no sé hasta dónde llegaría su límite. Yo había entendido –porque por estas tierras así lo entendemos- que el páramo que queda por encima de la cueva del tío ratero era tan extenso que el escritor usa aquella palabra que parece multiplicar lo extenso de aquello a lo que se refiere: Páramo de superficie extraordinaria = paramera, porque:                                                                                                                                                                                                                                                                              
¿Se acuerda usted  de olma, nogala, peza… y otras palabras de parecido significado? Pues la palabra de hoy podemos incluirla dentro del mismo grupo porque no tiene otra intención que el magnificar lo grande o extenso. Veamos:

Olma.- olmo exagerado –siempre comparados con su entorno-. Nogala.- nogal amplísimo. Peza.- pez exagerado por  comparación con los de su arroyo. Entonces, y por el mismo motivo:

Paramera.- Palabra con la que el autor de “Las Ratas” se refiere al páramo en cuyo entorno desarrolla la trama de la obra.

Bien es cierto que también puede ser conjunto de páramos, pero parece que “Las Ratas” no eran muy viajeras (toda la obra se desarrolla sobre la misma zona, el mismo pueblo y la misma cueva). Por eso, yo digo: si la obra no transcurre por distintas regiones separadas unas de otras, necesariamente Delibes se refiere a un páramo muy extenso.

Esto es lo que yo había entendido, porque a pesar de lo que dice el experto en el DCRNMD y en Cátedra Miguel Delibes, por estas tierras sí que se emplea la palabra paramera para significar que un páramo es muy extenso (¡vaya paramera, Dios!) También decimos cuando al lanzar un vistazo todo lo que vemos son rastrojos… ¡Vaya rastrojera!

Nota aparte: Quiero aclarar que rastrojera también se aplica al rastrojo mal segado.

Y a continuación veamos lo que causó mi asombro, sobre todo cuando dice que la palabra no se emplea en la zona ¿en qué zona?  Es verdad que si usted  encuentra a un agricultor que sube por Carramambres a labrar y le pregunta a dónde va, nunca le dirá que va a labrar a la paramera. Le dirá: voy a arar al páramo. ¿Puede ser ésta la investigación de campo? Aquí nunca decimos voy a la paramera, pero si usted me pregunta ¿qué es una paramera? Yo siempre le diré: un páramo muy extenso, o todo que se refiera al conjunto de páramos

Y ya vale de paliza ¡qué pesado soy! Y todo porque a mi edad no sé diferenciar un páramo de una paramera.

Y vamos con lo publicado –y por mí no entendido- en el DCRNMD y en  Cátedra Miguel Delibes:
                                                                                                                                                                    Paramera
LR p. 68
(...) en la alta noche, hacía especialmente opaco el torturado silencio de la
 paramera.
Paramera:
 Conjunto de páramos. Término no empleado en la zona. Se emplea sólo páramo. Dentro de Castilla y León, en la provincia de Ávila se encuentra la llamada "Sierra de la Paramera". (Investigación de campo)
EPF p. 54
Al floricultor mediterráneo, como al agricultor de nuestra
 paramera, el clima le impone condiciones;
EPF p. 177
(...) la epopeya del Oeste americano, exigen
 parameras, yermos, polvo y abruptas quebradas.

Termino diciendo (ya era hora) que con la definición de paramera en “Europa Parada y Fonda” estoy totalmente de acuerdo. Esto creo que sí que lo he entendido.


VAYA PARRAFADA QUE HE LARGADO. NO DIGO CONJUNTO DE PÁRRAFOS, NO, UNO SOLO PERO… COMO LA PARAMERA DE “LAS RATAS”.

jueves, 25 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Quejumbre.

Quejumbre
EUC p. 28
La
 quejumbre es general.
quejumbre.
 
1.
 f. Queja frecuente y por lo común sin gran motivo.

Usted, amable lector, que ha leído “El último coto” de Miguel Delibes, no estará menos sorprendido que yo al ver en Cátedra Miguel Delibes lo que más arriba, fielmente, hemos reproducido.

He vuelto a releer “El último coto”  (El raposo, 16-XI- 86), por si yo no hubiera leído bien la queja del taxista-cazador, del doctor Olegario Ortiz, del propio Delibes y demás cazadores y parece que está justificada su queja: Este año no hay perdices.

Supongo que por no encontrar definición mejor, el autor del glosario de la Cátedra Miguel Delibes para la palabra quejumbre, ha recurrido al DRAE, y el diccionario, como norma general, dice y dice bien: 1. f. Queja frecuente y por lo común sin gran motivo.

Pero resulta que nosotros estamos hablando de la queja de los cazadores según el maestro Delibes y, desde esa perspectiva, parece que la quejumbre está más que justificada.

¿Quién debe juzgar si la queja de los cazadores es por pequeño o gran motivo? Yo creo que eso debe juzgarlo el cazador y creo que en este caso el cazador tiene motivos para el lamento: ¡No hay caza!

Entonces, modestamente digo:

Quejumbre.- Lamento-queja de los cazadores porque no hay perdices y, para colmo de infortunios, también la liebre y el conejo brillan por su ausencia.

Resumiendo: Delibes nos dice que la quejumbre es general, y nosotros, como estamos hablando sobre su obra, creemos que el lamento está justificado.

¿Por qué para interpretar la obra de Delibes nos remiten al DRAE? el lenguaje rural no tiene reglas estrictas, estamos lejos de las academias. Si yo no fuera de pueblo (“que lo llevo escrito en la cara”) para comprender una buena parte de la obra del escritor, buscaría entre los terrones, el tomillo, la salvia, el espliego… y preguntaría al pastor o el resinero en vez de acudir a la academia que, efectivamente, de reglas sabe casi todo.

DEFENDAMOS EL LENGUAJE RURAL.



miércoles, 24 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Olma.

Usted, amable lector, me va a permitir que por una vez, y sin que sirva de precedente, yo le remita al DRAE:

olmo.
(Del lat. ulmus).
1. m. Árbol de la familia de las Ulmáceas, que crece hasta la altura de 20 m, con tronco robusto y derecho, de corteza gruesa y resquebrajada, copa ancha y espesa, hojas elípticas o trasovadas, aserradas por el margen, ásperas y lampiñas por el haz, lisas y vellosas por el envés y verdes por ambas caras, flores precoces, de color blanco rojizo, en hacecillos sobre las ramas, y frutos secos, con una semilla oval, aplastada, de ala membranosa en todo su contorno, verde al principio y amarillenta después, de rápido desarrollo. Abunda en España, es buen árbol de sombra y de excelente madera.

olma.
1. f. Olmo muy corpulento y frondoso.

Leyendo las dos acepciones que el DRAE nos ofrece (olmo, olma) ¿podemos decir que el diccionario de la Real Academia son los pueblos de Castilla?

Pues esto es lo que nos dice el experto en Delibes en la página 170 del DCRNMD y en Cátedra Miguel Delibes:

Olma
LGNA p. 75
(...) tuve que sentarme orilla la
 olma para no caerme,
LGNA p. 75
(...) entre las ramas secas de la
 olma,
DVSC p. 57
Las calles estaban desiertas y en la plaza, sin pavimentar, con una
 olma en el centro (...)
olmo.
 (Del lat. ulmus).
1.
 m. Árbol de la familia de las Ulmáceas, que crece hasta la altura de 20 m, con tronco robusto y derecho, de corteza gruesa y resquebrajada, copa ancha y espesa, hojas elípticas o trasovadas, aserradas por el margen, ásperas y lampiñas por la haz, lisas y vellosas por el envés y verdes por ambas caras, flores precoces, de color blanco rojizo, en hacecillos sobre las ramas, y frutos secos, con una semilla oval, aplastada, de ala membranosa en todo su contorno, verde al principio y amarillenta después, de rápido desarrollo. Abunda en España, es buen árbol de sombra y de excelente madera.
Olma:
 Se produce el mismo caso que con "nogala". (Investigación de campo)

Por si no ha leído lo que el experto dice que ocurre en el “mismo caso que con nogala”, aquí  lo tiene usted:

Nogala: En los pueblos castellanos suele distinguirse entre árboles masculinos y femeninos más que por su género por su tamaño. Un chopo, especialmente corpulento y de formas redondas, será una chopa; igualmente un nogal, con una gran copa, ancha y poderosa, será una "nogala". (Investigación de campo).

Veamos una vez más: En los pueblos de Castilla -y hasta en el DRAE- al árbol corpulento se le denomina siempre con su nombre natural. Otra cosa es que cuando sus dimensiones exceden de lo corriente –comparado con el entorno- se le da un apelativo especial: al olmo solitario se le llama olma, y al nogal de las mismas características “ídem de lienzo”. Hasta el pez del arroyo que excede su tamaño se le denomina peza. Pero esto no es con el ánimo de cambiarle el género por su tamaño, sino por resaltar de alguna forma lo extraordinario. Esto se produce en situaciones, por tanto, extraordinarias: al árbol solitario no hay con qué compararlo, por tanto el olmo solitario, generalmente, será olma. El nogal en la misma situación será nogala pero ¿qué ocurriría si estos mismos árboles estuvieran dentro de un olmedo-olmeda? Pues el primero sería simplemente un olmo. ¿Lo mismo ocurriría con el nogal incluido en un nogueral? Pues sí, por muy desarrollado que estuviera, como los demás también lo están, la posible nogala no pasaría de nogal. De manera que en estos pueblos de Castilla no se cambia de género a los árboles, lo que suele ocurrir con los árboles solitarios es que como no hay otros que les roben los nutrientes se desarrollan con más fuerza.

Resumiendo: al nogal y al olmo, en estos pueblos de Castilla no se les cambia de género por su tamaño. Y ya que menciona la chopa, también diré, otra vez más: chopa es la cepa (vid) arrancada y destinada a decorar bodegas y merenderos o, simplemente para la lumbre.

Esto es lo que ocurre en estos pueblos de Castilla. ¡Es que somos de pueblo!

SI EL LENGUAJE RURAL QUE DELIBES USA EN SU NARRATIVA NO SE CONSERVA EN LOS PUEBLOS –A LAS PRUEBAS ME REMITO- POBRE LENGUAJE RURAL.


martes, 23 de septiembre de 2014

En Camisas de once Varas: Duro de oído.

Página 183 del Diccionario de Expresiones Populares en la Narrativa de Miguel Delibes.

Ser un poco duro de oído: Poco sensible.

Yo -quizás por aquello de ser de pueblo- tengo otro concepto de sensibilidad del que se desprende que tiene el autor del diccionario. Veamos el origen de la frase:

…él (se refiere, el autor, a Azarías) aguardaba, acuclillado en la greñura, bajo la copa de la atalaya, vigilándolo, temblando como un tallo verde, y, aunque estaba un poco duro de oído, oía los estampidos secos de las detonaciones y, a cada una , se estremecía y cerraba los ojos y, al abrirlos de nuevo, miraba hacia el búho y, al verle indemne, erguido y desafiante, haciendo el escudo, sobre la piedra, se sentía orgulloso de él y se decía conmovido para entre sí, milana bonita, y experimentaba unos vehementes deseos de rascarle entre las orejas (…).

Me pareció que merecía la pena transcribir lo que el escritor dice sobre Azarías y su sensibilidad, por eso lo he transcrito.

Y ahora, después de leerlo, amigo seguidor de “En camisas de once varas”, ¿usted cree que Azarías es poco sensible? A mí no me deja dudas el autor de Los Santos Inocentes sobre que Azarías es un poco sordo, de la misma manera no me queda duda de que Azarías tiene una sensibilidad que ya quisiéramos muchos de los que el oído nos funciona de manera aceptable.

¿Es posible que el autor del diccionario nos quiera decir que Azarías tenía el oído poco sensible a los ruidos?

Y esta vez no quiero -por miedo a herir sensibilidades- hacer más comentarios. 

lunes, 22 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Si es no es.

Un si es no es: Un poco, no del todo.

Abra usted el “Diccionario de Expresiones Populares en la Narrativa de Miguel Delibes” por la página 198 y encontrará lo que acabo de teclear más arriba.

No, no crea usted que es una tomadura de pelo no, aunque a bote pronto lo parezca.

Delibes usa muy a menudo en sus jornadas de caza la expresión "si es no es" para decirnos que el cazador tiene dudas sobre si los perdigones van a llegar o no a la pieza de caza al disparar la escopeta. Entonces, en décimas de segundo, el cazador calcula y piensa: llegará o no llegará el tiro (es no es) y automáticamente dispara el caño izquierdo (alarga más el tiro) y a veces la cae, la deja seca, y otras, pues se va a criar.

Esto, eso pienso yo, es lo que nos dice Delibes, porque eso ocurre, ocurría y seguirá ocurriendo mientras haya caza y aficionados a ella. Pero claro ¿quién puede saber eso? Pues hombre eso lo sabe cualquier cazador y, me atrevo a decir, cualquiera que siga la obra de Miguel Delibes con atención. 

Pero entonces… ¿Qué ocurre con el autor del diccionario de Expresiones Populares en la Narrativa de Miguel Delibes? Pues acláremelo usted, yo puedo darle mi humilde opinión: el autor del diccionario es de los que yo digo que salió un fin de semana al campo, se comió una tortilla a la sombra de un pino piñonero y, le gusto tanto que se llevó un terrón como recuerdo, lo puso encima de la chimenea y a partir de ese momento creyó que el campo no tenía secretos para él. Si digo todo esto no es por lo que pueda significar esta frase, es que son muchas las palabras, o frases, que denotan la equivocación de pensar que uno lo sabe todo, por encima de los demás “incultos” (principio del analfabetismo más profundo).

La verdad es que me parece tan disparatada la interpretación que el autor del diccionario hace de la palabra “si es no es” que pienso que tiene que haber algún error por mi parte, en cuyo caso pido humildemente perdón y rectificaré públicamente en el momento que el autor del diccionario o la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua como editores del mismo, a los que invito a pasear por “La pizarra de Gaude” apartado “En Camisas de Once Varas” para obligarme a ello, si fuera necesario,


EN EL CAMPO, COMO EN TODAS PARTES, HAY BORREGOS (¿MI CASO?), PERO TAMBIÉN, COMO EN TODAS PARTES, PASTORES.

domingo, 21 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Navazo.

Mis deseos, querido lector, no son otros que usted tenga una idea, lo más aproximada posible, sobre lo que Delibes quiere decir cuando se refiere al navazo. Bien es cierto que yo creo que el escritor se refiere al navazo de tierra adentro que es donde yo creo que él sitúa sus jornadas cinegéticas. Pero si a lo que se refiere es a cazar en la playa pues no me queda otra opción que pedir disculpas por mi error.

Y ahí va lo que Cátedra Miguel Delibes y el “experto” de su glosario entienden por navazo. Después vendrá mi opinión:

Navazo
AVD p. 75, passim
(...) de arduas laderas y estirados
 navazos, donde apenas amuebla los perdidos una rala vegetación esteparia (...)
navazo.
 (De nava y -azo).
1.
 m. And. Huerto que se forma en los arenales inmediatos a las playas.
EUC p. 65
(...) sobre el
 navazo encharcado y fallar una segunda a huevo (...)

Creo, si no es mucho creer, que está claro que la cátedra y su “experto” sitúan la cacería en la costa, inmediatamente detrás de la playa, que es donde –muy correctamente- sitúa el DRAE su navazo, aunque yo, que soy de tierra adentro, no sepa de qué va. Pero si el diccionario de la Real Academia lo dice, seguro que es correcto.

O sea: para la cátedra y su experto ya está definido lo que es un navazo. Ahora viene el navazo en el que yo creo que el escritor a situado el fin de temporada (6 de febrero 1972) y a mí me parece que lo sitúa por las provincias de Palencia y Valladolid a las que, de momento, no llega el Cantábrico que es el mar más próximo.

Descartado, creo, el navazo litoral, debemos centrarnos en el navazo interior que no es otro que, según cree este pastor, no es ni más ni menos que: nava de extraordinarias dimensiones.

Si, como creo, surge la pregunta ¿qué es la nava? Pues debemos aportar lo que desde hace muchos, muchos años, dicen en mi pueblo que es la:

Nava.- Tierra de muy poca profundidad y muy mal drenaje (se inunda con mucha facilidad) en la que es difícil que los árboles prosperen, por lo que solo suelen medrar los yerbajos. Así es la Nava de Arriba, y por tanto la Nava de Abajo, y además Nava Chica en las que, desde que se no se inundan, va prosperando algún tipo árbol. Y ya aclaro un poco más: ¿por qué ya no se inundan? Pues porque llueve menos y sobre todo porque son muy raras las, otrora, abundantes nevadas.

Y éste es el navazo en el que Deibes situó el fin de temporada de caza. Como ve usted un poco lejos del litoral.

En “El último coto” Delibes nos acerca un poco al navazo que yo he descrito:

EUC p. 65
(...) sobre el
 navazo encharcado y fallar una segunda a huevo (...)


USTED PUEDE QUEDARSE CON EL NAVAZO QUE QUIERA, YO, DESPUÉS DE TANTOS AÑOS, YA NO CAMBIO MIS NAVAS (NAVAZOS NO TENEMOS) POR NADA DEL MUNDO.

sábado, 20 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Teticiega.

Diccionario del Castellano Tradicional, página 614.

Teticiega   adj. Vaca que tiene obstruidos los conductos de leche de una ubre.

DRAE: Dícese de la res que tiene obstruidos los conductos de leche de una teta.

DUE: Se dice de la res que tiene obstruidos los conductos de leche de una ubre.

En tiempo pasado ya comenté la palabra tetimanca con este mismo significado, con una diferencia: ni el DRAE ni el DUE la recogen.

Aquí me brindan la oportunidad de volver sobre el tema:

Al DRAE la pregunta que puedo y creo que debo hacerle es: ¿Por qué el diccionario de la Real Academia no recoge la palabra tetimanca? Palabra usada en España, o buena parte de ella, y en América pues, según he podido comprobar, allende los mares también se usa.

Al DUE y al DCT: ¿Podrían explicarnos –a los que nos hemos pasado la vida ordeñando- cuantas ubres tiene una oveja o una vaca? Vuelvo a insistir en lo que ya dije en su momento: la ubre en la oveja la componen dos tetas o glándulas pero… mejor veamos lo que dice el diccionario de la Real Academia Española:

teta.

(Quizá voz expr.; cf. germ. *tĭtta, gr. τίτθη).

1. f. Cada uno de los órganos glandulosos y salientes que los mamíferos tienen en número par y sirven en las hembras para la secreción de la leche.

Según el DRAE –con el que hasta aquí estamos de acuerdo- teta es cada uno de los órganos secretores de leche, a lo que habría que añadir que la teta lo forman la glándula secretora y el apéndice mamario, o sea el pezón. Y a partir de aquí es cuando discrepamos con el DRAE (¡Dios mío dónde me meto!). El DRAE nos dice que:

ubre.

(Del lat. uber, -ĕris).


1. f. En los mamíferos,cada una de las tetas de la hembra.


2. f. Conjunto de ellas.


Visto esto, yo pongo un ejemplo: ¿es lo mismo cabello que cabellera? ¿dedo que mano? Lo mismo que cabellera es el conjunto de cabellos y mano el conjunto de dedos ¿por qué ubre no es el conjunto de tetas, como recoge la segunda acepción? Cosa que, por otra parte siempre ha sido, al menos en esta parte de Castilla.

Conclusión: Si el DRAE se quedara con una sola acepción evitaríamos la confusión que parece tienen algunos diccionarios al no encontrar diferencia entre teta y ubre.

Quiero repetir:

Teta.- Glándula secretora de leche.

Teticiega o tetimanca.- Hembra que tiene inútil una teta para la secreción de leche.

Ubrada.- Hembra que tiene inútiles todas las tetas que componen su ubre.

viernes, 19 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Pesnaga.

Después de tener el placer de charlar – vía telefónica- con Eduardo Gómez, el más joven de los tres interlocutores con los que Delibes pega la hebra en Santa María del Campo, estoy en condiciones de afirmar que allí -en el pueblo que tiene lugar la entrevista-, la palabra “pesnaga” sigue significando exactamente igual a cuando Delibes y los tres agricultores pasaron un agradable rato charlando sobre, entre otras cosas, el cultivo del girasol, diciéndonos que el terreno que mejor se adapta es la pesnaga, o sea terreno suelto y profundo que es lo que mejor le va al mirasol. O sea:

Pesnaga: como muy bien dice Delibes, terreno más arenoso y profundo, muy favorable para que la raíz de la gigantea penetre en él.


Pesnaga
CH p. 40
(...) la tierra de greda no le va, es mala, el girasol nace en ella, pero no medra, queda canijo, se conoce que le falta tierra abajo. En cambio, la
 pesnaga, como le decimos aquí, la tierra más arenisca y de más cuerpo, le va de maravilla (...) 
Pesnaga:
 
"Tierra más arenisca y de más cuerpo", escribe Miguel Delibes. No utilizado en la zona. (Investigación de camp


¿Quiere decir Cátedra Delibes que el escritor no dice verdad? ¿Que en Santa maría del Campo no se usa la palabra "pesnaga"?

Y ahora el motivo del comentario: En Santa María del Campo, si usted pregunta por la palabra “pesnaga” sigue siendo tan válida y tan usada como entonces. Ahora bien, si usted pregunta en Camporredondo le dirán que no se usa.



SI USTED BUSCA UNA PALABRA RURAL, BÚSQUELA EN SU ZONA, EN OTRA QUIZÁS NO SEA USADA. ¡NOS HA VUELTO A FALLAR EL DRAE!

jueves, 18 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Miera.

Según Cátedra Miguel Delibes:

Miera: Resina. Al pino se le hace un corte y se le coloca un pequeño cacharro o "cascolete" que recoja la resina. Cuando se ha recogido la resina y el corte se ha secado se le hace otro corte en otro sitio. Este trabajo era hecho tanto por hombres como por mujeres. (Investigación de campo).

Ya sé que me repito, pero es que hay una pequeña diferencia entre lo que fue la realidad de la obra de Delibes y lo que nos ofrece la Cátedra Miguel Delibes. Vean:

Miera.- Resina. Salvo cuando era a muerte, al pino se le abría una cara que se prolongaba los años convenientes (la campaña). Cada año se  elaboraba un tramo de 50x12 cm, al que llamábamos entalladura. Sobre la entalladura (no en otro sitio) se iban haciendo -en corte ascendente- una serie de cortes (normalmente uno cada cuatro a seis días y no cuando se ha recogido la resina”) para ir renovando la herida que, normalmente, como cualquier herida, tiende a cicatrizar. En la base de la entalladura se colocaba el pote para recoger la sangre del pino, o sea la miera. Y como final, en el tiempo en que Delibes escribió “Diario de un cazador” el trabajo de remondar no era hecho –al menos en el corazón de Tierra de Pinares- tanto por hombres como por mujeres, sino por hombres. Otra cosa es que en la remasa o recogida de la miera intervenía toda la familia: hombres, mujeres y niños.

El posible lector, creo, debe tener la opción de leer la interpretación libre del "experto", o lo que dice el pastor... Al fin y al cabo ¡qué sabrá el paleto!

Querido escritor: ¡vaya diferencia entre lo que usted escribió y lo que nosotros interpretamos ahora que no está!


DEBERÍAMOS RESPETAR LA OBRA DE DELIBES.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Haba/habichuela.

DCT página 189:

Haba y habichuela n.f. Planta herbácea leguminosa, de tallo erguido y fruto comestible, en vaina.
--> Haba. -->Habichuela.

Sinónimos, según el diccionario.

Planta cuyo fruto es la haba
Si hemos aglutinado las dos palabras en un solo apartado, no es porque estemos de acuerdo, es porque, creo, es más fácil, ya que el diccionario nos da la misma definición.

El DCT nos da la misma definición, para las dos legumbres, cuando nos parece que no son la misma legumbre. El haba es eso, simplemente haba cuya definición es correcta (el DRAE en esta misma página 189 nos da una descripción muy detallada). No así la habichuela que puede definirse como judía y también alubia.

Habas

Lo que quiero resaltar sencillamente es que las dos son legumbres pero que ahí acaba toda similitud: Ni la planta, ni el fruto son iguales.

Hubo un tiempo en que tener aseguradas las alubias era sinónimo de tener asegurada la comida. De ahí que se dijera ante una situación de riesgo: me he, o te has, o nos hemos jugado las habichuelas o las alubias que era lo mismo.

O  sea:
Planta cuyo fruto es la alubia

Haba y habichuela.- Podemos resumir que la definición que el DCT nos da sirve para las dos plantas,  pero lo que no es posible que una sea sinónimo de la otra: son distintas.



                                                                  

Habichuela, judía, alubia…

martes, 16 de septiembre de 2014

En Camisas de Once Varas: Picuruta.

Picuruta
AEDD p. 29
(...) al verle encaramado como un mono en la
 picuruta de la escañera le mortificaban,
Picuruta:
 Picota. Cima de una montaña o parte más alta de una cosa. (Diccionario de Uso del Español)
Picuruta:
 Cima, altura. El punto más elevado de un lugar. (Diccionario del Castellano Tradicional)
Picuruta:
 No empleado en la zona, aunque se sabe sinónimo de "picorota". (Investigación de campo)


Sorprendido, sí, muy sorprendido por esto que leí en la página 187 del DCRNMD y volví a leer en Cátedra Miguel Delibes, pensé: ¿será que mis entendederas hayan iniciado la cuesta abajo?

Digo esto porque no recordaba que Delibes hablara en ninguna parte de “Aún es de día” de la picuruta de la escañera. Sí recordaba cuando a Sebastián le mortificaba “…que la manía de algunos en tocar madera al divisarle y la  de otros a sofocar las carcajadas al verle encaramado como un mono en lo alto de la escalera (…)”.

Después he llegado a pensar que quizás en otra edición del libro –la mía es la primera de “La obra completa” de abril de 1968- Delibes se expresara de forma distinta. De todas maneras me sorprende casi más que el escritor, que maneja el castellano rural a las mil maravillas, nos hable de picuruta de la escañera (¿escalera?) cuando en lenguaje rural la “picuruta se refiere al ápice (punta) ya sea del pico de un monte o el punto más alto del árbol: ésa es la picuruta en el mundo rural (hace referencia al pico, punta).

Al mismo tiempo me sorprende que el autor del DCRNMD y glosario de Cátedra Delibes haya dicho: “no empleado en la zona, aunque se sabe sinónimo de picorota” ¿qué zona? A no ser que la investigación la dirija a lo que venimos diciendo: Picuruta de la escañera, porque si es escañera indudablemente no se conoce, aunque una escalera con picuruta tampoco es de recibo: las escaleras, normalmente, no acaban en pico (punta).

Y ya, sólo añadir que en esta zona Tierra de Pinares principalmente se decía picuruta al ápice de todo tipo de árboles. “Me subí hasta la picuruta” era tanto como decir que habías subido hasta el extremo más alejado de la raiz. También la picuruta del pico más alto y todo eso, jamás la picuruta de la escañera.

No quiero terminar sin decir la frase que se decía cuando estabas harto: “¡Estoy hasta la picuruta!” (ya no se usa).

PORQUE ME LLAMÓ LA ATENCIÓN QUISE DECIR Y DIJE.