Herrada, izquierda, y herradón. Se aprecia que son dos recipientes distintos
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Amigo Piscator: si “una imagen vale más que mil palabras”, aquí tienes la imagen de la herrada y el herradón en Camporredondo. Así son y
así las conocí siempre. La herrada siempre de cinc. Dudo que, en otro tiempo, haya habido herradas, ni herradones -nunca los vi-, de latón (aleación de cobre y cinc). Por aquí las
herradas eran, y son, de zinc y los herradones de los “alfares bíblicos” de los
que habla Delibes en “Castilla habla”, siempre de barro cocido. Tal vez en
tiempos remotos las herradas fueran de madera reforzadas con aros de metal y de
ahí le venga el nombre de herrada: “recipiente de madera reforzado con aros de hierro“ pero este cura –entrado ya en años- no lo sabe.
En cuanto a los tamaños de herradas y herradones, las había
de toda capacidad. El consumidor nunca tuvo problemas para elegir lo que mejor se
adaptara a sus necesidades.
Respecto del uso que le da el diccionario, podemos pensar que
una pieza con esta forma sirve lo mismo para transportar leche que para sacar
agua del pozo. Además, para ambas cosas se usaba. De forma que el herradón
nunca es el aumentativo de herrada (así como collerón no es aumentativo de
collera) sino que son dos útiles perfectamente diferenciados, aunque a los dos
se les den usos similares.
En cuanto al cubo o la herrada, es curioso como se decía
“coge le herrada y sacas un cubo de agua del pozo”, por lo que es fácil deducir
que el cubo y la herrada son la misma cosa. Así fue y así es aquí y ahora.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por un pueblo a 30 kilómetros de Camporredondo, incluimos foto de otro
recipiente que tampoco debe estar muy claro para lo que se usaba: el balde.
Observamos que del mismo material, zinc, se fabricaban el balde y la herrada.
Baldes en el corral. Como la herrada: son de cinc.
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Camporredondo, 28 de enero de 2017
En un balde como esos, o más pequeño, llevaba mi madre la ropa al lavadero.
ResponderEliminarSeñora camino del Lavadero o el arroyo: rodete en la cabeza y sobre él el balde cargado de ropa. en un costado el lavandero y la banquilla y en el otro la herrada con el cantero de jabón y el añil (azulete).
EliminarAl llegar al lavadero lo enchufa... en el suelo; se arrodilla sobre la banquilla y... ¡a restregar...!
Monumento a nuestras abuelas, madres, hermanas y, para mi entonces, novia.