“Entre col y col, lechuga”. Así
decimos por estas tierras de Dios, dando a entender que hay que rentabilizar el
terreno al máximo (entre la col cosechada y la siembra de la siguiente, se
puede obtener una buena cosecha de lechuga). Bueno, pues eso digo yo en esta
ocasión: entre entrada y entrada una, nada desdeñable, matización.
Escuchando la radio el día 22 de
febrero de 2017 oigo lo siguiente: “Buenas
tardes. La iguada es una medida de superficie que Delibes nos descubre en el
capítulo uno de su libro“Castilla habla”. En este capítulo leemos que el
escritor está charlando con el señor Pedro, de Berruces, un pueblo de la
Provincia de Valladolid. El señor Pedro le dice a Delibes que, en su época,
no se hablaba de hectáreas sino de iguadas que venían a ser 56 áreas…” y
siguió hablando el “experto” en la narrativa de Miguel Delibes.
Ahora pasamos a lo que realmente nos interesa. Así que
pasemos a lo que Delibes escribe en la página trece de “Castilla habla”:
“(…) Ve ahí tiene a mi difunto padre. En su época no se
hablaba de hectáreas sino de iguadas que venían a ser cincuenta y seis áreas.
(…)”.
Así, a primera vista, no parece
tener mucha importancia. Sin embargo, cuando uno de nuestro jóvenes –o no tanto- se interese
por el tiempo en que aún se usaba la iguada (medida de superficie agraria) le
estaremos informando erróneamente. Lo que yo diga, o lo que diga el señor
Urdiales, puede tener poca o ninguna credibilidad, pero si el que lo dice es
Delibes… la cosa cambia. ¿Quién no creerá lo que dice el escritor? La trampa
está en que nos apoyamos en la credibilidad del escritor para salir del paso de
aquello que ignoramos, o no comprendemos, o, sencillamente, nos importa un
bledo.
Vamos a ver: el sistema métrico
decimal vino a sustituir al “caótico” sistema de pesas y medidas usado hasta
aquella fecha. Pero esto fue a finales del siglo XIX y principios del XX. Por
eso es natural que en los tiempos del padre del señor Pedro se hablara
-aunque ya en desuso- de esta medida de superficie. Debo entender, que si el
señor Pedro en los años cuarenta era un chaval, su padre seguramente nació con
el siglo, de esta forma en los años diez-treinta aún se hablaba de la iguada
como medida de superficie. Pero cuando Delibes escribió “Castilla habla” fue en
198… en cuyas fechas se hablaba de la iguada en relación a una medida que desapareció
hacía… algunos decenios. O sea, una vez más, Delibes escribió lo que escribió,
y eso fue que, en tiempos del padre del señor Pedro, –principios del siglo XX- aún
se tomaba como referencia la iguada, aunque no se usaba. Así que no, Delibes no
dijo que en 198… se hablara en iguadas, sino posiblemente algunos decenios
antes, dato que nos cuadra perfectamente.
O sea que mi credibilidad debo
conseguirla con el sudor de mi frente, que no es lo mismo que con el sudor de…
“el de enfrente”. Así que -para la historia- la iguada desapareció con la
llegada del sistema métrico decimal y eso fue en tiempos del padre del señor
Pedro –principio del siglo XX- porque en tiempos del señor Pedro-como en el
mío- la iguada ya era un lejano recuerdo aunque –igual que hoy- se siguiera
hablando de ella.
Pequeñas cosas… pero que con las ¿prisas?
se nos escapan y pueden dejar datos erróneos para generaciones futuras.
Esto digo, y certifico, en:
Camporredondo a 23 de
febrero de 2017.
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