lunes, 3 de febrero de 2014

En camisas de once varas: Acorrillar



Dialogando con jóvenes que no tienen por qué saber (no ha sido su tiempo), ni saben (pero preguntan) lo que es acorrilar, les sugiero: consulta la página 46 del DCRNMD y me dices lo que es acorrillar.

Una vez consultado el diccionario pregunto: ¿cómo se hacía?, ¿con qué se arrimaba la tierra a la cepa? llegan a la conclusión de que con un macho y, se supone, con un arado. ¿Por qué? pregunto; pues porque al final de la página dice “(…) azuzando un viejo macho, acorrillando un majuelo. 

Vamos allá: ¿no dijo verdad Tello Totorro a Delibes? ¿No lo entendió Delibes? Pues ni lo uno ni lo otro: uno lo dijo bien y el otro lo entendió de maravilla, la confusión puede originarse cuando queremos investigar, y razonar lo investigado, sin saber lo que queremos saber, sino sacando nuestras propias conclusiones.

Entonces, sin más ánimo que dejar sentado todo el proceso, he creído que era interesante comenzar por el principio y llegar hasta dejar la cepa acorrillada, para que generaciones futuras, que estén interesadas, se aproximen lo más fiel posible a la realidad.

Veamos: cuando llegaba el mes de febrero, el poseedor de una viña cogía su azadón, se acercaba hasta ella y, una por una iba excavando las cepas. ¿Qué era excavar? -digo era porque ya no se hace- pues hacer un alcorque, cuanto más grande (dentro de unos límites) y profundo mejor, alrededor de la cepa.

¿Para qué se hacía? Pues decían que para que el tronco oxigenara (quizás por aquello de la filoxera), pero, sobre todo, para recoger las aguas primaverales. Ya hemos limpiado el perímetro de la cepa, ya hemos excavado. Ahora nos queda volver a cubrir la cepa. O sea nos queda…

Acorrillar.- llegado el mes de mayo (en la primera quincena) volvíamos a coger el azadón, y al contrario de lo que hicimos en febrero, amontonábamos la tierra alrededor de la cepa, lo más posible, para evitar que el agua primaveral que se había acumulado se nos escapase por evaporación (había que ingeniárselas).

Ahora vamos con si Tello Totorro azuzaba un viejo macho, o no, acorrillando un majuelo. La operación que nos facilitaba bastante la tarea de acorrillar era si, previamente, se araba el majuelo (con el arado viñero ¿se acuerdan?) El hoyo del alcorque, resultado de excavar, lo rellenaba el arado. ¿Qué hacía Tello Totorro? Pues eso, arar el majuelo para acto seguido acorrillar las cepas, -seguro que allí mismo tenía el azadón para seguir acorrillando-. O sea: “(…) azuzaba un viejo macho, acorrillando un majuelo” pero remataba con el azadón. Las dos operaciones formaban parte de la operación: acorrillar, pero sin el azadón, imposible. 

Curiosidades: la tierra resultante de excavar se extendía por toda la viña, y en las viñas se desarrollaba una planta con la que después se hacían las escobas para barrer la era. Bueno, pues esta planta -de raíz profunda- más la tierra que habíamos desparramado, hasta que salía a la superficie desarrollaba un tallo (blanquísimo por no haberle dado el sol) que posiblemente sea la mejor ensalada que se haya conocido: la ensalada de ajunjeras. Buenísima. La ajunjera solía recogerse en el mes de marzo.

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